martes, 31 de julio de 2012

Las olimpiadas de Pekín como trampolín

Rohullah Nikpai se convirtió en uno de los nombres propios del taekwondo en las pasadas olimpiadas celebradas en Pekín. El representante de Afganistan subió al podio en tercer lugar contra todo pronóstico, pues en su peso (-58 kg) había un nivel muy alto como para pensar que este joven y desconocido competidor iba a colgarse un metal. Un hecho demuestra la proeza que Nikpai alcanzó hace cuatro años: campeones del mundo como Juan Antonio Ramos (a quien ganó en el combate por el bronce) o Mu-Yen Chu se quedaron fuera del cajón.

Antes de los juegos Rohullah Nikpai era un rookie del mundo del TKD. Tenia 21 años y aunque habia sido tercero de Asia ese mismo año ocupaba el puesto 33 del ranking mundial de la WTF. Las medallas del peso mosca tenian nombres y apellidos a priori: Yulis Mercedes, Juan Antonio Ramos, Marcio Ferreira, Mu-Yu Chen, Guillermo Pérez, etc. Pero hubo más de una sorpresa ese día y muchos pronósticos se rompieron, valga la redundancia, contra todo pronóstico.

El héroe afgano disputó cuatro combates a lo largo del campeonato. En el primero se enfrentó ante una de las promesas del momento, Levent Tuncat. A sus 20 años este alemán ya era tricampeón de Europa y pasó como segundo el preolímpico mundial. En una pelea excelente por parte de ambos Nikpai fue letal al contragolpe y ganó 4-3, dando así la primera campanada. Con todo los jueces perjudicaron bastante a Tuncat ya que hubo tres puntos claros que no le subieron.





En el combate de cuartos de final parecía que el río volvía a su cauce ya que el asiático perdió con quien sería campeón, el mexicano Guillermo Pérez. Nikpai era más alto que su rival y controlaba mejor la distancia, pero cayó en la trampa de Pérez y perdió el combate en dos contragolpes. Pérez provocaba y se movía esperando el fallo de su rival hasta que lo cazó dos veces. Desde que encajó el primer punto el joven de Afganistan enloqueció y lanzó acciones sin sentido. El 2-1 final le enviaba a la repesca. En el vídeo que hay a continuación veréis el primer asalto del combate (asalto dos y asalto tres)






Nikpai, pese a todo, no lo estaba haciendo nada mal, así que el destino quiso premiarlo con disputar el combate por el bronce. Antes tuvo que ganar al británico Harvey, un competidor de similar estatura. El 2-1 fue suficiente y en la pelea por el tercer puesto tuvo el gustazo de ganar a todo un Juan Antonio Ramos por 4-1. El español llegó destrozado físicamente (estaba cansado y se habia roto la mano en el combate de cuartos contra Ferreira) y el asiático lo terminó de hundir tras vencerle. Ramos, de 32 años, se quedó a las puertas del bronce en Atenas y repitió desgracia en tierras chinas. Fue entonces cuando entre lágrimas pronunció la famosa frase de "la vida es una mierda".

Lo cierto es que Pekin lanzó al competidor afgano y a día de hoy es sexto en el ranking mundial. Este año estará en Londres, pero peleará en una categoría superior (peso pluma, -68 kg). Este triunfo también supuso un pequeño empujón para el TKD del país. En los mundiales de Kopenaghen y Gyeongju hubo presencia afgana en los podios; el propio Nikpai fue tercero en la ciudad surcoreana y en la capital danesa fueron Mahmood Haidar (plata en minimosca) y Sayed Rezai (bronce en mosca) los que subieron al cajón.

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