miércoles, 29 de agosto de 2012

Flashes olímpicos (V). Invitados a la fiesta.

 Cada olimpiada una comisión tripartita otorga cuatro invitaciones (llamadas Wild Cards) a cuatro competidores para que participen en la competición de TKD. De esta forma, estos pases completan las 128 plazas que se llenan entre preolímpicos y taekwondistas que aporta el país anfitrión.
 
Los países que gozaron de la Wild Card este año fueron Panamá, Yemen, Mali y Camboya. Los comités nacionales las repartieron posteriormente y los elegidos fueron Carolena Carstens, Tameem Al-Kubati, Daba Keita y Davin Sorn. No se esperaba demasiado de ellos salvo de Keita, que a sus 31 años era doble campeón del mundo y ya estuvo en los JJOO de Pekín. Los demás eran atletas muy jóvenes que justo empezaban ahora a competir a nivel internacional. En general todos ellos dejaron una imágen muy digna y demostraron que tendrán cosas a decir en un futuro no muy lejano.
 
 
DABA KEITA: CON LA MIEL EN LOS LABIOS
 
El peso pesado Daba Modibo Keita, uno de los mejores taekwondistas de África, estuvo a punto de conseguir completar la colección de medallas, pero se quedó a las puertas. Campeón del mundo en 2007 y 2009, participó sin éxito en las olimpiadas de Pekín. Cuatro años más tarde fue tercero en el preolímpico africano y como solo se clasifican los campeones se quedó fuera. No obstante, la comisión decidió invitarle y le otorgaron una Wild Card.
 
Daba Keita (rojo) peleando contra el campeón Molfetta (LONDON2012.COM)
 
El gigante malí se fue de vacío, pero con la cabeza muy alta. Llegó hasta semifinales y allí se vio con el campeón, Carlo Molfetta. Cayó de solo dos puntos (6-4), pero tuvo otra oportunidad para la medalla en el combate por el bronce. Se encontró con otro de los favoritos, el cubano Rosbelis Despaigne, y también perdió (3-2).



CAROLENA CARSTENS: COSA DE DIOS

Cuando la jovencísima panameña (16 años) supo que recibía una de las cuatro Wild Cards declaró sentirse "bendecida por Dios". Y es que esta ferviente creyente, subcampeona panamericana junior y cuartofinalista del mundo en Gyeongju, consiguió por la comisión lo que se le escapó en aquella prórroga maldita en Querétaro. En el preolímpico continental llegó hasta semifinales y la guatemalteca Elisabeth Zamora la eliminó. Tras ello, libró una durísima y emocionante contienda con la representante de Argentina Carola López. Levantó un combate difícil y se fue al punto de oro, pero perdió. Aún así, su constancia se vio premiada con la invitación por parte de la comisión tripartita. Una invitación que, por otra parte, creó polémica en otro joven competidor del país, Víctor González.

El paso de Carolena Carstens por el tatami del ExCel londinense fue fugaz. Las bolas quisieron emparejarla con la laureada Brigitte Yagüe y la española se la quitó de enmedio con un 7-2. Como Yagüe llegó a la final tuvo la oportunidad de luchar en la repesca. Nuevamente cayó por 7-2, esta vez ante la mexicana Janethe Alegría. De todas maneras el hecho de que llegara a unas olimpiadas a tan temprana edad demuestra el potencial que atesora y será una de las peso mosca que llamará la atención en  los años que vienen.

Carolena Carstens (ARCHIVO)


 


TAMEEM AL-KUBATI: EL HONOR DE ELIMINAR A UN GRANDE

El torneo del yemenita Tameem Al-Kubati, número 77 del mundo del peso mosca masculino, será recordado porqué finiquitó amargamente la carrera deportiva de un grande como Yulis Gabriel Mercedes. Este chaval de 23 años aún no ha cosechado ningún éxito importante a nivel mundial o continental, pero ganar el primer combate a todo un medallista olímpico le dará caché sin ninguna duda.

Al-Kubati (azul) contra Mercedes (DAYLIFE.COM)

 
 La participación del joven yemenita fue corta, pero quiso dejar huella con su gran victoria frente al fuerte dominicano. En el primer y segundo asalto fue perdiendo 1-3 hasta que en el último periodo protagonizó una gran remontada, marcando un parcial de 7-0. En la ronda siguiente caería contra el colombiano y revelación de la categoría Óscar Muñoz Oviedo.



DAVIN SORN: EL HONOR DE SER LA PRIMERA

La última de la lista de invitadas, la peso pesado Davin Sorn, llegó, presentó la tarjeta y se marchó tal como vino. Al igual que la panameña Carstens se quedó a un paso del bronce en el clasificatorio continental, pero perdió el combate de repesca. Sin títulos en su currículum y com 20 primaveritas allí se plantó a pelear contra la mexicana María Espinoza, medallista la edición anterior. No hubo suerte y cayó por 3-2. Sin embargo, a Sorn le quedó el orgullo y honor de ser la primera taekwondista camboyana en participar en unos JJOO. Puede no ser la última.

Sorn fue la abanderada de su país en la ceremonia
de apertura (ZIMBIO.COM)
 


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